El “síndrome del nido” es un impulso natural que experimentan algunas mamás en la recta final del embarazo.
El "síndrome del nido" es un reflejo que hacen los animales en la naturaleza. Un impulso que experimentan algunas futuras mamás en las últimas semanas del embarazo y que las lleva a querer tener preparadas la habitación y el entorno del bebé antes de que nazca.
Es mucho más que una necesidad práctica de tenerlo todo organizado; también, y sobre todo, es un proceso psicológico de preparación, pues la madre centra su atención en lo que está a punto de pasar. Preparar este pequeño espacio, su “nido”, ayuda a la madre a sentirse preparada para la llegada del bebé.
¡Háganlo juntos!
También los papás pueden ayudar a preparar el cuarto del bebé, una manera inmejorable de hacerse a la idea de la llegada del pequeño. Las madres experimentan la presencia del bebé de primera mano, de una manera gradual pero muy directa, pues lo llevan dentro y sienten sus movimientos. Para los padres, en cambio, la conciencia de la paternidad inminente no es tan intensa.
Implicar a papá.
Acompáñala al ginecólogo, ayuda a preparar la maleta del hospital y a elegir los colores de las paredes del cuarto del bebé, las cortinas y el diseño de la habitación que, aunque ahora esté vacía, muy pronto se convertirá en el epicentro de tu vida.