Lactancia diferida por situación o decisión

El término lactancia diferida se refiere cuando la alimentación del bebé se lleva a cabo con leche materna, pero no directamente del pecho, sino que la leche materna se extrae y se da de comer al bebé por medio de cucharas, vasos y biberones.

Es cierto que el proceso de la lactancia genera un vínculo emocional entre la madre y el bebé, sin embargo, en ocasiones nos han hecho creer erróneamente que este mismo se crea en el momento en el que el bebé absorbe la leche directamente del seno de la madre. Dado que los  nutrientes están compuestos en la leche materna y finalmente esta misma  se encuentra dentro del seno, la cual al ser transmitida por diferentes medios al bebé sigue manteniendo parte importante del vínculo.

Entre otras ventajas, la lactancia diferida permite a la madre delegar su proceso de amamantamiento en otra persona durante su ausencia, algo que evita privar al pequeño de su leche, la más recomendable según la OMS, en especial durante los seis primeros meses de vida del niño. Es por ello, que es totalmente válido tomar la decisión de llevar a cabo esta técnica ya sea por decisión propia, reincorporación a actividades laborales, problemas médicos tanto de la mamá como del bebé o bien como se acaba de mencionar involucrar a cualquier otra persona durante el proceso su ausencia.

En chicco sabemos que lo más importante es la comodidad tuya y  del bebé, así  como el bienestar físico y mental de ambos, por ello, te apoyamos en todas tus decisiones y te brindamos dos puntos claves que necesitas saber para poder iniciar tu lactancia diferida.

1. ¿Qué se necesita para practicarlo?

Para practicarla, lo primero con lo que deberemos contar es con un sacaleche apropiado. Y si bien existen de varios tipos, resulta recomendable decantarse por uno eléctrico que favorezca la rápida y eficaz extracción.
Es el caso del Extractor Eléctrico NaturalFeeling de Chicco que, además, permite regular la velocidad de succión e intensidad de aspiración a nuestro gusto con el fin de ahorrarnos molestias. Que se adapte bien a nuestro pecho y que resulte compacto y cómodo de transportar también es básico si queremos llevarlo al trabajo.

2. ¿En qué se guarda?

A la hora de guardar la leche necesitaremos un envase apropiado. Lo ideal es escoger utensilios específicos –bolsas o contenedores para lactancia, que también podamos usar en caso de tener exceso de leche, y que cuenten con cierres herméticos que permitan conservarla de forma higiénica, preservando todas sus propiedades nutritivas.

Para conocer más consejos y productos que puedan hacer de esta experiencia un proceso más satisfactorio y pleno te compartimos los siguientes artículos y productos:

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