Logra una lactancia exitosa y libre de dolor con estos tips para el cuidado de los senos y los pezones durante esta etapa tan importante en el desarrollo de tu bebé.
El cuidado de los senos durante la etapa de la lactancia es muy importante para mantenerte libre de molestias, garantizar la alimentación de bebé e incluso puede ayudar a prevenir posibles padecimientos como el cáncer de mama ¿Te gustaría saber cómo cuidar adecuadamente tus pechos en esta etapa? Lee nuestros consejos.
Para el cuidado de tus senos es muy importante establecer una rutina que te permita revisarlos regularmente. De igual manera debes aprender a identificar, prevenir y tratar las afecciones que pueden ocurrir durante la lactancia. Esto será muy útil para evitar problemas y resolver las molestias más rápidamente.
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Usa un sostén que te brinde apoyo, incluso por las noches. Asegúrate que te quede adecuadamente y no sea demasiado apretado. Los sostenes de lactancia son muy prácticos y cómodos a la hora de la comida de bebé.
Evite la ropa apretada y los sujetadores con varilla, ya que pueden bloquear los conductos de la leche y aumentar el riesgo de infecciones mamarias.
Puedes usar pads absorbentes antibacteriales entre el pezón y el sostén en caso de que tengas escurrimientos de leche. Cámbialos con regularidad para evitar que la humedad produzca grietas o pueda llegar a generar bacterias u hongos. Los más recomendables son los que están elaborados en material transpirable y probados dermatológicamente.
Toma un baño al día. Para la limpieza de los pezones emplea solo agua. El jabón o alguna otra sustancia que uses pueden eliminar los lubricantes naturales que producen las glándulas que rodean los pezones; y provocar que tus pezones se irriten y agrieten.
Realizar masajes en tus pechos con regularidad puede ser muy benéfico para tus senos, ya que facilitan la bajada de la leche y previene la obstrucción de conductos o mastitis.
Para hacer los masajes se recomienda realizar movimientos circulares alrededor de la areola, presionando con fuerza moderada y sin tallar tu piel. El momento ideal para estos masajes es antes de amamantar.
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La lactancia materna no debe ser dolorosa, siempre verifica que bebé tenga un agarre adecuado. Es normal que los pezones estén sensibles en los primeros días.
Toma en cuenta que puedes dar pecho a tu bebé sin limpiar los pechos, ni los pezones antes. Se considera que algunas bacterias presentes en la piel puede ayudar a fortalecer el sistema inmune de bebé. Únicamente en caso de exceso de sudor es aconsejable realizar limpieza, para limpiarte después de amamantar puedes usar unas toallitas especiales que ayuden a proteger y humectar tus senos.
En caso de pezones dañados puedes usar discos de hidrogel para aliviar las molestias. También la leche materna fresca es de ayuda para curar los pezones agrietados. Un masaje con unas gotas de leche materna antes y después de las tomas puede ser de gran ayuda.
A pesar de molestias o dolor en los pezones no es aconsejable aumentar el tiempo entre tomas para descansos. Unas pezoneras protectoras de silicón pueden ser muy útiles para continuar con la lactancia en estos momentos. Recuerda que bebé necesita alimentarse de acuerdo a sus necesidades para estar sano y desarrollarse saludable, además las tomas frecuentes permiten mantener el suministro de leche.
En caso de dolor persistente o notes cambios en la coloración de tus pezones lo mejor es acudir a tu médico o a una asesora de lactancia. Esperamos que estos consejos sean muy útiles para que tengas una lactancia exitosa y libre de dolor.