Relax y descanso

Errores comunes a la hora de dormir al bebé

Tu bebé necesita descansar. De hecho, ¡todo su crecimiento está ligado a la hora de dormir!

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Tu bebé necesita descansar. De hecho, ¡todo su crecimiento está ligado a la hora de dormir! 

Ahora, es normal que tu bebé exhiba algunos comportamientos irregulares (los típicos “¡Se despierta a comer cada 2 horas!” o “¡Se la pasa despierto toda la noche!”), en especial en los primeros meses de vida. Sin embargo, es importante que no entres en pánico al tratar de resolver el apuro. Controla tus emociones, infórmate bien y procura no caer en las siguientes situaciones: 

1. Subestimar las ventajas de una cuna-colecho para tu bebé

“¿Y ya tienen la cuna?” es, probablemente, la segunda pregunta más escuchada por los padres durante el embarazo detrás de “¿Y cuándo va a nacer?”. No lo negamos; esta tradición es muy bonita pues va acompañada de la participación y apoyo familiar, la complicidad con tu pareja y la emoción de estar esperando a tu propio pedacito de cielo.

Quizás hasta hayas pensado en ahorrar un poco al heredar una cuna de familiares o amigos. No obstante, para ayudar a tu pequeño en verdad, tal vez una cuna convencional no sea la mejor opción durante sus primeros 6 meses de vida, 

Hoy en día, la práctica del colecho obtiene cada vez más seguidores gracias a múltiples estudios internacionales que demuestran sus beneficios a corto y largo plazo. Aquí te presentamos las principales ventajas, para que puedas tomar una decisión con tu pareja al respecto:

  • Aminora la ansiedad natural del bebé a afrontar la noche solo.
  • El bebé logra sueños más profundos y de mejor calidad.
  • Facilita la lactancia, pues la cercanía evita que se genere ruido innecesario.
  • Reduce el riesgo de SIDS (Síndrome de Muerte de Cuna) hasta un 60%*.
  • Disminuye los tiempos de cuidado pues no se requiere trasladarse a otra habitación.

2. Arrullar siempre antes de dormir

Apagar la luz (o disminuirla) puede ser una asociación más sana para establecer la rutina de sueño de tu bebé; pues, aunque el arrullarlo te ayuda a calmarlo, tu bebé pronto realizará la asociación y dependerá del movimiento para dormirse.

Opta por reducir las fuentes de luz cuando veas que tu pequeño comience a pestañear. Y, en caso de que te encuentres fuera de casa, solo recuesta el respaldo de su carriola, extiende la capota y “cubre” el espacio con una tela oscura. 

Pero ten cuidado: ¡siempre deja un espacio de ventilación! Está comprobado que, aún en climas fríos, la temperatura en el interior de carriolas o portabebés con mucho relleno puede elevarse. Las capotas de las carriolas de nuestros sistemas de viaje Bravo, te ayudarán a mantenerte seguro en estos casos pues permiten el libre flujo de aire y disminuyen el exceso de luz.

3. Usar el biberón para que duerma

Si tu bebé se queda rápidamente dormido tras comer de su mamila, quizás creas que es una buena idea dejarlo con ella durante la noche. Curiosamente, esta práctica puede volverse un mal hábito para tu bebé, (como el caso anterior), sin mencionar algunos factores de riesgo para su salud como:

  • Incrementar el desgaste de sus dientes (si la mamila no tiene el diseño adecuado)
  • Mal desarrollo de su paladar (mismas razones que arriba)
  • Puede desarrollar infecciones de oído con más frecuencia
  • E incluso puede llegar a ahogarse con el líquido.

Nuevamente, una opción sana es remarcar las diferencias entre la hora de la comida y la hora de la siesta y de dormir. Una vez que tu bebé se haga al hábito, verás que es mucho más fácil.

4. Cargarlo cada que llore (en las noches)

Aprender a conciliar nuevamente el sueño, es quizás una de las cosas más básicas que podemos enseñarles a nuestros pequeños sobre la hora de dormir, si tenemos un poco de paciencia extra. Por eso, el cargarlo cada que llore puede ser contraproducente para el sueño de tu bebé.

¡Paciencia! Relájate, toma un momento y sigue estos pasos:

  1. ¡No prendas luces! Mejor regula la luz a un tono tenue que te permita ver lo suficiente.
  2. Acércate a tu bebé, arrúllalo y haz contacto para tranquilizarlo.
  3. Espera un momento y valora si el llanto continúa o si se intensifica (¡No te preocupes por el tiempo, seguro sólo has tardado menos de 1 minuto!)
  4. Si se tranquiliza: ¡Felicidades! Repite esta técnica para seguir aprendiendo a valorar su llanto nocturno y así, quizás en poco tiempo, tu bebé se vuelva a dormir sin requerir nada de tí.

* SIDS y otras muertes infantiles relacionadas con el sueño: Ampliación de recomendaciones para un entorno infantil seguro para dormir - Grupo de trabajo sobre el síndrome de muerte súbita del lactante - Pediatría 2011.

 

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