Los eructos ayudan a expulsar parte del aire que los bebés tienden a tragar mientras se alimentan, en este blog encontrarás todo lo que necesitas saber sobre porqué tu bebé está eructando y cuáles son las mejores técnicas para ayudarlo.
Todo bebé necesita repetir, o, más apropiadamente, eructar. De hecho, una de las primeras habilidades que aprenderás como madre, a la par de aprender a cambiar un pañal o doblar una carriola con una sola mano, es ayudarle a tu recién nacido a liberar ese aire atrapado en su pancita.
A continuación, resolveremos algunas preguntas básicas que te dirán por qué es importante que ayudes a tu pequeño a eructar y te daremos algunos tips y consideraciones importantes.
Cuando tu bebé eructa es porque ha acumulado mucho gas dentro de su sistema digestivo, causándole molestias.
Durante los primeros años, la sensibilidad de los bebés es muy alta, por lo que cualquier acumulación de gas gastrointestinal les puede generar mucho dolor e incomodidad. Por esto, la Academia Norteamericana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) recomienda que todo padre ayude a eructar a sus bebés frecuentemente, incluso si los pequeños no muestran incomodidad por gases.
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Tip: Algunos biberones y tetinas especiales están diseñados para reducir y eliminar la ingesta de aire al comer, protegiendo a tu bebé de cólicos, reflujo y gases hasta avanzados los 6 meses de edad.
El tiempo ideal para ayudar a que tu bebé eructe, según las recomendaciones de la AAP, es entre comidas o inmediatamente después de cada una.
Tip: A pesar de que es recomendable hacer repetir a tu bebé después de cada comida, la AAP aconseja que lo hagas cada que tengas oportunidad.
Las posiciones más comunes para hacer que tu bebé eructe son:
Sobre el hombro
Carga con ambas manos a tu bebé y recuesta su pancita sobre tu pecho, de manera que mire sobre tu hombro. Asegúrate que su cabeza tenga suficiente apoyo. Ahora, sostenlo con una sola mano y utiliza la otra, ligeramente apuntando hacia arriba, para dar palmaditas en su espalda.
Sentado en tus piernas
Coloca a tu pequeño en tus piernas y revisa que esté bien balanceado. Usa tus manos y brazos para brindarle el suficiente apoyo a su cuerpo y su cabecita. Ahora, sostenlo con una sola mano y utiliza la otra, ligeramente apuntando hacia arriba, para dar palmaditas en su espalda.
Tip: Algunos padres y doctores recomiendan encorvar un poco la palma de la mano con las que darás las palmadas en la espalda a tu bebé. La burbuja de aire que se forma al mover tu mano generará más compresión en el área, por lo que no necesitarás mucha fuerza.
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Si tu bebé sufre de gases frecuentemente, habla con tu pediatra, quizás te pida cambiar alguno de los siguientes elementos:
Recuerda que es importante tener en cuenta los pequeños detalles o cambios que pueda presentar tu bebé y si tienes algunas dudas más especificas no dudes en contactar a su pediatra.