Cómo jugar con tu bebé de acuerdo a cada etapa

El juego es la actividad más importante en la vida de un niño y niña. Jugar, jamás será una pérdida de tiempo. Seguimos escuchando frases como “Hasta que termines tu tarea podrás salir a jugar”.

No hay nada más erróneo que este pensamiento.

Jugando es como entienden el funcionamiento del mundo. El niño y niña  pequeña son investigadores, y todo su medio ambiente es su laboratorio en donde hacen hipótesis, usan su creatividad y su imaginación. Estas habilidades se gestan en la primera infancia a través de la investigación y el juego.

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De 2 a 4 meses, el primer objeto de juego es con él o ella misma. Empiezan a investigar su dedo, primero por accidente, y después ya lo hacen de manera voluntaria.

De 5 a 12 meses, los activables son un excelente juguete, ya que de pronto, dan un manotazo sobre la mesa y producen un ruido, lo vuelve a intentar y se da cuenta que el o ella son los que pueden provocar dicho ruido. Y así empieza un juego con distintos objetos, los cuales son capaces de activar.  Los activables son excelentes juguetes para esta edad. En Chicco tienen activables maravillosos como "Sam el Topito".

De 12 meses a 3 años, el juego debe de ser lúdico y libre, el papel del adulto es acompañar ese juego y dar sostén emocional, presencia plena y jugar.

En el juego, el niño y la niña deben de llevar la batuta, teniendo a sus cuidadores primarios observándolos y dispuestos en presencia plena para seguirlos en su juego.

A través del juego pueden resolver conflictos emocionales, el juego es catártico. Además, si nos damos a la tarea de observarles, podemos darnos cuenta de como está emocionalmente el niño o la niña. El juego es “muy chismoso” si somos observadores.

Podemos ver escenas de niños o niñas que fueron al doctor, y por la tarde juegan a inyectar a todos sus muñecos.

Para que los adultos se puedan conectar con el juego de sus hijos e hijas o alumnos y alumnas, es conveniente que despierten a su “niño interior” para divertirse plenamente, con el alma del niño que llevan dentro. Solo así puede haber una conexión profunda en el juego: dos almas sintonizadas, alegres, divertidas, sorprendidas, aprendiendo y divirtiéndose juntas.

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En una emergencia, el juego puede ser una extraordinaria herramienta para sanar heridas profundas.

Francisco Tonucci, dice “Durante el juego el niño puede recortar un pedazo de su mundo e irse a donde ellos quieran y con quien ellos quieran”.

Si la realidad de los niños y niñas no es grata, la guerra, la pandemia, cualquier desastre natural, tienen el poder, a través de su imaginación, de irse a otro lado menos amenazante. El juego es la herramientas más útil en una situación de emergencia.

Intenta tener algunos momentos al día para jugar en plenitud con tus hijos e hijas. Con este simple hecho estarás favoreciendo la conexión de neuronas en su cerebro y contribuyendo a que su aprendizaje sea mejor en un futuro. Además, el cerebro de los niños y niñas, necesita de tiempo de calidad y presencia plena de los adultos que tienen cerca. Las interacciones sensibles y cariñosas pueden ser esenciales para el futuro, mental, emocional, físico, psicológico de los niños.

Aprovecha y disfruta la oportunidad de vincularte a través del juego. En Proyecto DEI nuestro lema es “Sembrando vínculos para cosechar paz”.

Tú, como papá o mamá, tienes el equipaje adecuado para ser el mejor objeto de juego. Los juguetes son tus aliados, pero tú eres la pieza principal.

¡Aprende a disfrutar la niñez de tus hijos e hijas, el tiempo no vuelve, aprovéchalo!

Rita Reyes Varela V.

Especialista en desarrollo y crianza.

Proyecto DEI