Ultracompacta al cerrarla, pero cómoda y manejable al usarla. Descubre cómo elegir la perfecta para unos paseos ágiles, rápidos y tranquilos.
Un paseo por el parque con escaleras, una visita a los abuelos que viven en un tercer piso, una vuelta por el centro comercial un sábado por la tarde, y luego volver a casa en coche, pero no sin antes haber tomado un helado. La rutina diaria de todos los padres con sus bebés incluye muchos trayectos y diferentes rutas. Una carriola ligera puede ser el aliado ideal para llevar a tu bebé con total libertad a cualquier lugar sin preocuparse por tener que llevársela. Solo hay que saber escoger la adecuada.
Estos son algunos consejos para elegir la mejor carriola ligera:
Velocidad de plegado
La velocidad de cierre o plegado es un requisito previo, por ejemplo, cuando tiene que guardar la carriola en la cajuela y el niño ya está sentado en el asiento del coche. La carriola liviana debe cerrarse fácilmente, con un mínimo esfuerzo, incluso mejor si es posible plegarla con una sola mano. Por lo tanto, antes de comprar el autoasiento o la carriola, siempre es mejor hacer una prueba de cierre o plegado en la tienda, teniendo en cuenta que en la vida real, con la otra mano seguramente estés realizando otras mil actividades.
Espacio mínimo cuando está cerrado
Una vez que la carriola está cerrada, ésta debe volverse súper compacta y garantizar el mínimo espacio. Esta recomendación es tanto si tienes una cajuela grande como si tienes una cajuela pequeña. La carriola se pliegan en diferentes ocasiones y no siempre utilizarás tu coche para transportarlo. Pensar en un plegado compacto siempre es un acierto ya que servirá de gran ayuda cuando te encuentres en espacios reducidos como en bares o restaurantes, en casas de amigos, en el tren o de viaje en un avión.
Máxima comodidad en uso
Una vez abierta, sin embargo, la carriola debe ser funcional y práctica y, sobre todo, cómoda de manejar. La estructura debe ser resistente pero que no pese demasiado, con ruedas que hagan más sencilla la conducción, suspensión he incluso un manillar cómodo para agarrar la silla. Por otro lado, no hay que olvidar la importancia que tiene que el bebé vaya cómodo y seguro: es importante comprobar que los asientos estén acolchados y, sobre todo, que el respaldo y los reposapiernas sean totalmente reclinables, requisitos esenciales para permitir que el niño descanse y duerma cuando no se encuentran en casa.