Te contamos sobre la carga mental como madres y mujeres, además algunos consejos como gestionarla..
¿En cuántas ocasiones nos sentimos abrumadas por la cantidad de compromisos y responsabilidades que se requieren día a día como madres y trabajadoras? No se habla lo suficiente de esto y se considera un tabú porque la sociedad no acepta que como mujeres podemos llegar a querer dejarlo todo. Veamos juntas cual es la carga mental de las mujeres y como es posible lidiar con ella.
¿Qué es el Síndrome de carga mental?
La carga mental es ese fenómeno por el cual como mujeres sentimos que todas las responsabilidades diarias recaen sobre nosotras. En definitiva, en la gestión del trabajo, de la familia, de la casa, pensando en cada pequeño detalle.
El término "carga mental" aparece en 1984 en el libro La gestión ordinaria de la vida de dos de la socióloga Monique Haicault, en el que la escritora no se refiere sólo al compromiso de "hacer", sino al peso de organizar y ser capaz de estar detrás de todo. Así que habemos madres que de la mañana a la noche no tienen un solo minuto para sí mismas y aún así logran hacer frente a los eventos inesperados del día, planificar las actividades deportivas del hijo mayor y la fiesta del menor, al mismo tiempo que planifican la parada para la compra de la cena y revisión en el dentista.
¿Qué pasa cuando estás demasiado cansada?
Lo cierto es que con los niños sientes que nunca te puedes rendir y al final del día el cansancio es grande. No es cansancio físico, sino mental, porque hay que encajar todo, tener todo en cuenta, no perder nada en el camino. Cuando estás cansada, tu estado de ánimo decae y puedes caer más fácilmente en un momento de nerviosismo que no es bueno para nadie en la familia.
Pero, ¿cuáles son las consecuencias de una carga mental excesiva?
Picos de estrés con repercusión en la salud y el organismo.
Tensiones en la pareja
Dificultad para concentrarse.
Pérdida de confianza en uno mismo.
Cómo aliviar la carga mental
¿Qué se puede hacer antes de entrar en una situación mental estresante? La recomendación es compartir y delegar compromisos, aprensiones y pensamientos. La carga debe distribuirse en varias partes, sin miedo a perder el control o el autoestima. No es posible gobernar todo, debemos aceptar que los que nos rodean hagan su parte y la lleven a cabo de manera diferente a nosotros, sin apresurarnos a cumplir con sus deberes, porque todo debe ser exactamente de cierta manera.
También es necesario bajar las expectativas sobre nosotras mismas y sobre los demás porque la perfección es estresante. El deseo de perfección corre el riesgo de limitar y privar a todos del placer de hacer las cosas. Quizá la clave adecuada sea precisamente redescubrir el placer de llevar adelante los compromisos del día sabiendo que se puede pedir ayuda, delegar, no poder llegar a todo y alegrarse de lo hecho, sin enfadarse con lo hecho. desaparecidos, también labrarse un espacio para sí mismos y ser felices.