Convertirse en padres: ¿Cuál es la mejor forma de afrontar este cambio y lograr un equilibrio? Conoce cómo hacerlo en este blog
Cuando llega un bebé la vida de la pareja cambia inevitablemente, la atención de la madre se centra en el cuidado del niño, y el padre puede acabar sintiéndose abandonado, pero lo mismo puede pasar al revés. ¿Cuál es la mejor manera de navegar en esta época de grandes cambios como pareja y familia en lugar de como individuos aislados? Si surge una crisis importante, recomendamos consultar a un especialista, pero algunos consejos básicos pueden ayudarlo a abordar mejor los desafíos que surgen con este momento de agitació y cambios.
Reserva algo de tiempo para ti y también pasa algo de tiempo en pareja.
Puede que nos hayamos convertido en padres, pero también seguimos siendo individuos y pareja. Puede parecer impensable o incluso "incorrecto" esperar tener algo de tiempo para ti lejos del bebé, pero no lo es. Mantener el equilibrio que han logrado como pareja y reservar un tiempo para ustedes no le robará a su hijo de ninguna manera, de hecho, le proporcionará unos padres más unidos y quizás incluso más relajados. Lo mismo ocurre con los momentos íntimos y la sexualidad, dense tiempo para redescubrir juntos este lado de las cosas, aguardando el momento para el otro.
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Pide ayuda
No somos mujeres maravillas ni superhombres, somos seres humanos, un punto que es especialmente digno de recordar cuando nos convertimos en padres. Cuando la presión y las preocupaciones aumentan y nuestros días se nublan por la ansiedad, es hora de pedir ayuda. No lo veas como un signo de debilidad, sino como una fortaleza: “Me doy cuenta de que no puedo hacer todo y estoy dispuesto a pedir ayuda”. A menudo, incluso unas pocas horas al día nos darán la oportunidad de recargarnos. Podemos pedirle ayuda a un amigo o familiar, ¡lo más probable es que aproveche la oportunidad! El apoyo emocional y material también es muy importante tanto para el individuo como para el bienestar de la pareja: contar con el apoyo de amigos y familiares proporciona un amortiguador protector contra la escalada de momentos estresantes que socavan nuestra estabilidad como pareja. Recuerde siempre que los conflictos que podrían haberse abordado antes todavía se pueden superar hoy, tal vez con un poco de ayuda adicional del exterior.
No luches por la perfección, no existen los padres perfectos
La paternidad no viene con un manual, aunque hay innumerables libros que pueden ofrecer algo de ayuda. Aun así, nuestro instinto es a menudo una de las mejores herramientas que tenemos. Tener miedo de cometer errores y preocuparnos cuando no podemos entender lo que nuestro hijo necesita nos convierte en buenos padres. Cuando nuestro hijo llora, no hay forma de que sepamos lo que necesita de inmediato. ¿Tiene hambre? ¿Tiene cólicos? ¿Está cansado? Lo resolverá antes de lo que piensa, y la comunicación entre usted y su hijo será cada vez más fluida. La comunicación también juega un papel importante en la pareja. Con un bebé cerca, la comunicación debería aumentar en lugar de disminuir. Comparta sus dudas e incertidumbres con su pareja. El nacimiento de un hijo puede revelar sus fortalezas ocultas como pareja y, al mismo tiempo, servir como una oportunidad para crecer juntos.
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Perdonarse el uno al otro
El miedo es un sentimiento perfectamente normal cuando se experimentan grandes cambios. Esta es una nueva fase, estamos experimentando y es nuestra primera vez, así que está bien estar preocupado. Al mismo tiempo, debemos evitar que nuestros miedos crezcan hasta el punto de paralizarnos. La vida presenta muchos desafíos y este es uno de ellos. Hemos tratado con éxito las dificultades en el pasado, ¿por qué debería ser diferente? Cree en ti mismo.