La lactancia diferida es una excelente herramienta para alimentar a tu pequeño aunque no siempre puedas estar a su lado. Evita los errores más comunes con estos tips.
Las ventajas de la lactancia materna para el bebé son bien conocidas. Entre ellas se puede mencionar: ayuda a fortalecer el sistema inmune, disminuye el peligro de sufrir padecimientos, beneficia el desarrollo, e incluso lo protege a los de la diabetes y la obesidad. Sin embargo, cuando hay situaciones por las que la lactancia materna no puede llevarse a cabo, la lactancia diferida es una excelente opción.
¿Te gustaría saber qué es la lactancia diferida? ¿Cuáles son los errores más comunes? ¿Y cómo lograr una lactancia diferida exitosa? A continuación te lo explicamos:
El término lactancia diferida se refiere cuando la alimentación del bebé se lleva a cabo con leche materna, pero no directamente del pecho, sino que la leche materna se extrae y se da de comer al bebé por medio de cucharas, vasos y biberones. Esta técnica puede llevarse a cabo debido a distintas razones, como la reincorporación de la mamá al trabajo, problemas médicos tanto del bebé, como de la mamá, o por decisión propia que es bastante válida y respetable.
A continuación te enumeramos una serie de errores bastante comunes en las mamás al comenzar a llevar a cabo la lactancia diferida:
Es importante al llevar a cabo la lactancia diferida, no interferir con la lactancia materna. Introducir el biberón tempranamente puede llegar a “confundir” al bebé y provocar que no haga suficiente fuerza con los músculos de la boca para extraer la leche del seno. Lo más recomendable en los primeros 3 meses es alimentarlo con una cuchara o un vaso.
Posteriormente y una vez que esté familiarizado con la lactancia materna, es posible recurrir a un biberón. Para ello es importante que cuente con agarre perfecto, tetina suave y ergonómica, sea fácil de limpiar y se adapte a su ritmo de succión, como el biberón Perfect 5 de Chicco.
¿Sabías que conforme amamantas tu pequeño envía información a tu cuerpo sobre sus requerimientos nutricionales? Es por ello que es muy importante que cuando lleves a cabo la lactancia diferida establezcas una rutina y horarios para que tu producción de leche no se vea afectada y decaiga.
La lactancia quema muchas calorías y requiere una gran cantidad de energía. Hay quienes tratando de perder peso durante este tiempo, privan a su cuerpo de algunos nutrientes y esto puede llegar a causar problemas. Los especialistas sugieren comer alrededor de 500 calorías más por día al estar amamantando o extrayendo leche. Para mantenerte saludable y lograr tu peso ideal después del parto, asegúrate de que estas calorías provengan de alimentos integrales con alto contenido nutrimental y evita la comida procesada.
La deshidratación puede llegar a causar problemas graves de salud, además puede provocar dificultades al amamantar o extraer leche. Mantenerte hidratada debe ser una prioridad en este periodo, por lo que procura llevar una botella de agua siempre contigo y toma agua regularmente.
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Para empezar es muy importante que tengas paciencia y que al realizar la extracción de leche estés lo más relajada posible.
El primer paso es lavar bien tus manos y tus pechos, puedes hacerlo con una gasa o toallita húmeda.
Después puedes hacerlo manualmente masajeando en círculos alrededor de tu seno, comenzando por la parte superior, haciendo presión. Sostén tu pecho por la parte de abajo, coloca tu pulgar en la parte superior y haz presión.
También puedes extraer la leche con un sacaleche. Aunque existen diversos tipos, los eléctricos son muy recomendables por su rápida y eficaz extracción.
Tal es el caso del extractor de leche eléctrico NaturallyMe que permite regular la velocidad de succión e intensidad de aspiración a tu gusto con el fin de ahorrarte molestias. Además se adapta a tu pecho y es muy compacto y cómodo de transportarse, para que puedas llevarlo al trabajo sin ningún problema.
Para almacenar la leche lo más recomendable es hacerlo en bolsas especiales o envases esterilizados, puedes conservarla de 6 a 8 horas en temperatura ambiente, en refrigeración de 3 a 5 días y congelarla hasta por 12 meses. Recuerda que para descongelarla es importante hacerlo gradualmente y que hervirla o meterla al microondas puede hacer que pierda sus propiedades. Lo más recomendable es sumergirla en agua caliente y no volver a congelarla.
Con todo esto esperamos que estés lista para llevar a cabo tu lactancia diferida de la mejor manera, recuerda que es muy importante tener paciencia y disfrutar con tu bebé de este nuevo proceso en el que ambos aprenderán mucho.