Dolor de mama durante la lactancia: causas, síntomas y soluciones para un manejo pacífico
Principales problemas de la lactancia materna y cómo aliviar el dolor

La lactancia materna representa un momento íntimo y fundamental en la relación entre la madre y el recién nacido, pero en ocasiones puede estar acompañada de problemas que hacen que el proceso sea doloroso y difícil. El dolor en el pecho durante la lactancia es una de las principales causas de malestar para las madres primerizas y puede deberse a diversas condiciones, como pezones doloridos, congestiones u otras complicaciones. Abordar estos problemas de manera oportuna es esencial para garantizar una experiencia positiva y favorecer la continuidad de la lactancia.
Pezones doloridos: causas y remedios para las grietas en el pecho
Uno de los trastornos más frecuentes durante las primeras semanas de lactancia son los pezones doloridos, un problema que puede manifestarse con ardor, punzadas o una sensación similar a pinchazos durante o después de la toma.
La aparición de grietas es común cuando el pezón sufre un estrés repetido debido a un enganche incorrecto. Estos pequeños cortes pueden hacer que cada toma sea dolorosa, pero la solución principal consiste en corregir el enganche y la posición del bebé. Es importante asegurarse de que el bebé logre abarcar gran parte de la areola y no solo el pezón. Durante el período de cicatrización, aplicar cremas calmantes o utilizar temporalmente pezoneraspuede reducir el dolor y favorecer la curación.
Pezones planos, invertidos o retraídos
La forma del pezón puede representar otro desafío para la lactancia. Los pezones planos o invertidos, a veces también llamados retraídos, no sobresalen lo suficiente como para permitir un enganche espontáneo y adecuado por parte del bebé. Sin embargo, este problema no es un impedimento definitivo para la lactancia materna.
La causa principal de los pezones planos suele ser congénita, aunque puede acentuarse con los cambios que ocurren durante el embarazo. Contar con la orientación de un especialista en lactancia puede marcar la diferencia para superar estas dificultades iniciales.
Para facilitar el enganche del recién nacido, se puede utilizar una sujeción en forma de “C”, ejerciendo una ligera presión sobre la areola para darle forma. En algunos casos, el uso de un sacaleches o un extractor de pezones antes de la toma puede estimular el pezón y facilitar su protrusión.
Congestión mamaria y pecho duro y dolorido
La congestión mamaria es otra causa frecuente de dolor en el pecho durante la lactancia. Se produce cuando la leche se acumula en el seno sin ser drenada completamente, lo que genera una sensación de tensión, calor y dureza. El pecho puede volverse brillante y doloroso, y el pezón puede estirarse, tensarse o aplanarse, dificultando aún más el enganche del bebé.
Esta condición suele aparecer debido a tomas poco frecuentes o demasiado breves. Para resolver el problema, es fundamental vaciar el pecho y estimular la producción de leche aumentando la frecuencia de las tomas y ofreciendo primero el pecho afectado por la congestión. Masajear suavemente el seno o utilizar un sacaleches para extraer el exceso de leche puede aliviar el malestar y favorecer la lactancia.
Además, las compresas calientes antes de la toma pueden facilitar el flujo de leche, mientras que las frías entre tomas ayudan a reducir la inflamación. Es importante distinguir la congestión mamaria de la sensación normal de plenitud asociada con la bajada de la leche: en el primer caso, el dolor es intenso y localizado, mientras que en el segundo el pecho se siente caliente y pesado, pero se alivia fácilmente amamantando con frecuencia.
Conductos obstruidos y mastitis: ¿cuándo y cómo intervenir?
Si la leche no fluye correctamente desde una zona específica del pecho, puede producirse la obstrucción de un conducto galactóforo. Esta condición provoca un pecho duro y dolorido, con la formación de nódulos localizados. El uso de ropa ajustada o la presión excesiva sobre el pecho pueden contribuir a la aparición del problema.
El tratamiento es similar al de la congestión mamaria: es necesario aumentar la frecuencia de las tomas y variar las posiciones para favorecer un vaciado completo del pecho. En este caso, puedes ayudarte con Stimolatte, el innovador sacaleches eléctrico de Chicco que, gracias a su copa rotatoria especial, permite vaciar eficazmente todas las zonas del pecho.
Sin embargo, si no se trata, la obstrucción puede evolucionar hacia una mastitis, una inflamación dolorosa que a menudo se acompaña de fiebre, malestar general y síntomas similares a los de la gripe. La mastitis requiere atención médica, aunque no siempre es necesario interrumpir la lactancia. Continuar ofreciendo el pecho afectado ayuda a reducir la acumulación de leche y prevenir complicaciones. En caso de infección bacteriana, el médico puede recetar antibióticos seguros durante la lactancia.
Candidiasis en el pecho: cómo reconocerla y prevenirla
En caso de dolor persistente, como punzadas en el pecho durante o después de la toma, podría tratarse de una infección por Candida albicans. Esta condición se manifiesta con pezones enrojecidos, descamados y con picazón, a menudo acompañados de una sensación de ardor molesta. En el bebé, en cambio, pueden aparecer sarpullidos en la zona del pañal, manchas blancas dentro de la boca y rechazo al pecho.
La infección puede originarse en la boca del bebé o aparecer después de una terapia antibiótica para tratar una mastitis, otra infección o tras una cesárea.
Para reducir el malestar e inhibir el crecimiento del hongo, se recomienda:
- mantener el pezón seco;
- esterilizar el sacaleches y cambiar semanalmente el chupete y las tetinas, si se utilizan;
- cambiar el sujetador con frecuencia y lavarlo con agua caliente y jabón;
- lavarse bien las manos.
Sin embargo, para resolver la infección es fundamental consultar al médico, quien podrá prescribir el tratamiento adecuado.
Por último, cada experiencia de lactancia es única: algunas madres pueden necesitar apoyo adicional, tanto de consultores en lactancia como del personal médico. Escuchar el propio cuerpo y actuar a tiempo ante cualquier señal de malestar es el primer paso para transformar una experiencia dolorosa en un momento de conexión serena con el bebé.
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